miércoles, 31 de octubre de 2018

¿Quien fue el verdadero hijo de satanás en El Exorcista?


Ya han pasado 45 años desde que se estrenó la única épica del horror. Y como es usual en este Blog, cada cierto tiempo le rendimos los honores que se merece. Aunque esta vez, desmitificando por completo mitos que la han rodeado por mucho tiempo. Principalmente, porque el único (como ya lo hemos dicho en otras oportunidades) demonio de la película, no es otro que el propio director William Friedkin (sí querido lector, el hombre que pudo hacer lo que pocos: aterrar a varias generaciones). 


Como es lógico, se preguntarán de qué rayos hablamos. Y es que, tampoco es un secreto que los métodos de Friedkin durante los rodajes de la película, no fueron (digámoslo así) los más adecuados. Pero antes de eso, y para comenzar de lleno en esta cruzada destructora de mitos. Hay quienes aún creen, que Linda Blair después de finalizado los rodajes estuvo recluida en una clínica psiquiátrica. Pero fue ella misma, quien aclaró que jamás ha puesto un pie en ese tipo de lugares. Simplemente (y a causa del gran éxito) ella decidió alejarse de la sobreexposición de los medios y se tomó un tiempo para estar tranquila en su parcela, cuidando de su criadero de caballos. El único incidente, que ella considera absolutamente fuera de lugar a causa de la película, fue una carta, de amenaza de muerte de una secta satánica que fue oportunamente investigada. Sin dejar de mencionar, a todas las personas que tenían verdadero terror al acercarse a ella cuando la reconocían el lugares tan comunes como el supermercado. A lo cual, ella siempre afirma que muchas personas les fue casi imposible separarla del personaje y la actriz. Todo lo demás, es mito o una simple y banal mentira. 
Ellen Burstyn (quien interpreta a la sufrida madre de Regan en la película), sí confirma que en el set ocurrieron extrañas coincidencias (muchas de ellas, corroboradas por los productores), sobretodo por la seguidilla de muertes de familiares de varios integrantes del equipo. Incluyendo, un inusual incendio ocurrido en el set de filmación que tuvo que ser retrasada un par de días.
William Friedkin, es un director norteamericano que en 1971 ganó el Oscar al mejor director por The French Connection (que también fue galardonada como mejor película). Y fue contratado por Warner Bros. Para dirigir la que sería considerada como la película más aterradora de todos los tiempos. Luego de leer el guion (escrito por el también autor de la novela William Peter Blatty), Friedkin se hizo cargo de la película, no sin emitir un comentario que de seguro puede ser considerada como el núcleo del posterior éxito: “quiero ante todo, que sea una película ciento por ciento realista”. En desmedro de todos quienes conformaron el equipo de filmación, porque nadie imaginaba lo que esto significaba realmente. Y es que el rodaje de El Exorcista, fue en muchos casos bastante difíciles a raíz de las exigencias del propio director. 


En su afán para encontrar el realismo deseado, en una película cuyo título no era para nada de popular mucho antes de su estreno (de hecho eran pocos los que sabían el significado de exorcismo en aquella época). Tanto técnicos como actores, terminaron sucumbiendo a los métodos poco habituales del director (quien era bastante temido por varios miembros del equipo de filmación). Y existen un par (de métodos), que es para ponerle los pelos de punta a cualquiera. 


En aquellos años Linda Blair era una dulce niña, que se dedicaba al modelaje antes de ser contratada para la película. Tenía un par de comerciales a cuestas, pero cero experiencia cinematográfica. Por lo cual, todo (durante el rodaje) era nuevo para ella (sin ir más lejos, durante el casting debió leer las frases más grotescas del guión, no sin antes pedir permiso a sus padres para hacerlo). En una de las escenas, en las que su personaje era horriblemente azotada en la cama por una fuerza invisible, los encargados de efectos especiales le pusieron un arnés teniendo ellos absoluto control de su movilidad. Pero en una de aquellas temerarias indicaciones de Friendkin, el castigo fue tal, que Blair tuvo que ser llevada de urgencias al hospital ya que se dañó temporalmente la espalda, y de esto hay registros en vídeo vagando aún por la red (y siempre al verlo, nos produce la misma reacción de dolor).


Otro incidente similar, lo relata Ellen Burstyn quien también fue azotada sin piedad contra el suelo (provista de similar arnés), justo en la escena en la que Regan gira su cabeza 180 grados (aquella escena que le quitó el sueño a muchos). Originalmente, se había conversado que todo sería en pro de la seguridad de la actriz, pero a último momento Friedkin a escondidas de Burstyn, exigió que la tiraran con todas sus fuerzas, y el rostro de dolor de Burstyn al golpear su espalda contra el suelo es ciento por ciento real (y fue dejada intacta en la película). La actriz, luego de este episodio tuvo una fuerte discusión con el director y no le dirigió la palabra en varias semanas. 


Similar caso ocurrió con el actor que personificó al padre Karras, Jason Miller. Y fue en una de las escenas icónicas de la película, ¿no imaginan cuál?, pues si, en el vomito más famoso del cine. Aquel liquido nauseabundo, era expulsado a través de unos conductos que ingresaban a la boca de la actriz. Pero fuera de plano, eran unos tubos que sólo tenían que apuntar a cierto lugar para dar en el blanco requerido (aunque aún existen algunos ingenuos que afirman que el vomito es real, pues en realidad no es así). Miller puso total énfasis en que no le apuntaran a la boca, pero nuevamente el maligno hizo de las suyas y exigió que le dieran justo ahí. El enojo del actor y las múltiples discusiones con Friedkin en el set, eran por todos conocidos. Y la escena donde “parece” que se quita y escupe el vomito con furia, es real y es la que vemos en pantalla.


Una de las escenas más difíciles de hacer (entre muchas otras claro está). Fue aquella donde el personaje de Linda Blair se masturba con un crucifijo (y que hasta ahora no podemos entender como ha quedado intacta en la película final). Previa conversación con el director, en donde este le preguntó en algún momento si sabía lo que era la masturbación. A lo que Blair, se adelanta en responder con impresionante madurez que sabía perfectamente lo que significaba. Conversación que ayudó a que la escena tuviera el efecto deseado.


Y así podríamos seguir contando anécdotas (actores soportando horas de fríos extremos, un the real curita que fue golpeado por Friedkin para rodar la escena donde el padre Karras se tira escaleras abajo, su mano que se mueve nerviosamente es producto de ello (y se ve en la película), etc). 


Pero también es necesario ilustrar también las reacciones del público, ya que muchos olvidan que al momento del estreno de la película, hubo una histeria colectiva. Los registros muestran filas y filas de personas que agotaban en pocos minutos las taquillas en los cines. Y en muchos de estos, tenían ambulancias para las personas más sensibles que no eran capaces de soportarla. 


En fin, jamás una película de terror ha producido tal efecto en la audiencia, y dicho sea de paso, tampoco una película del genero ha tenido diez nominaciones al Oscar (y menos haber ganado tres globos de oro). 


Lejos una de las pocas, que se sigue manteniendo vigente a pesar de los años (pues envejece como el vino). Y que por sobretodo, pudo causar genuino impacto en tiempos donde aún la rebelión de los efectos generados por computadoras ni siquiera se pensaba como algo factible. 


Sencillamente una película adelantada para su época, y si bien hemos desmitificado al diablo (de una forma u otra). 

Sólo algo nos queda claro, nunca existió aquel hijo de satanás. Friedkin es indiscutiblemente  uno de los mejores directores de cine de su generación............ ¿Existe alguien que lo dude?

👻 Feliz Halloween 2018! le desea: 👾TomAstrovolt 👽

Enlaces horroríficos relacionados:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No olvides dejar tú comentario