martes, 2 de enero de 2018

A veces, lo inesperado ocurre para cambiar el curso de la vida

Título: "Ame y Yuky: Los Niños Lobo" ("Ōkami Kodomo no Ame to Yuki") (2012).
País: Japón.
Director: Mamoru Hosoda.
Guión: Aoi Miyasaki, Takao Osawa, Haru Kuroki, Yukito Nishii.
Música: Takagi Masakatsu.
Protagonistas: Shigeru Nishiyama - Haru Kuroki - Mitsuki Tanimura - Takao Osawa - Tamio Ōki - Tadashi Nakamura - Kumiko Aso.
Hana es una joven estudiante universitaria de 19 años. Su vida aparentemente apacible tiene todos los pormenores propios de su edad, salir con sus amigos, y en algún momento encontrar el amor. Un día como cualquiera, conoce a un misterioso hombre un par de años mayor que ella. Algo en él, hace que se sienta poco a poco atraída, y sin más, eventualmente se enamoran. Todo parece marchar bien, hasta que él le revela un gran secreto: sólo en apariencia es como los demás hombres, pero en realidad es el último descendiente de un linaje de lobos exterminados. Evidentemente ella queda absolutamente sorprendida con la noticia, pero esto no es impedimento para que juntos inicien una relación seria que dura un buen tiempo.
Es así que Hana queda embarazada de un niño y una niña respectivamente. La mayor y más revoltosa la llaman Yuki (nieve), al menor más tímido y retraído Ame (lluvia). La particular familia sentirá con el paso del tiempo, que el lugar donde viven en realidad no es su hogar. Los niños están creciendo y sobretodo Yuki, no tiene problemas en cambiar de forma peligrosamente delante de algunas personas de acuerdo a su estado anímico. Por lo que deciden buscar un lugar que no ponga en peligro a los niños y el resto de la familia, no sin antes enfrentar difíciles pruebas.
Con un argumento que podríamos calificar como poéticamente creativo, “Los Niños Lobo” (como también se la conoce). Tiene absolutamente lo mejor del cine animé. Pero lo que también resulta interesante es el contexto oculto dentro de la historia, y la importancia de cada uno de sus personajes. Y no le resta importancia al tratarse de una película de estas características, vale decir, no por ser animé la vamos a tomar a la ligera. Claramente tiene algo que decir, y es así que se deja ver sin problemas con la naturalidad esperada en este tipo de cintas.
Uno de los principales motivos por el cual la destacamos es, porque retrata de manera magnífica como nos desenvolvemos en un mundo, en que la creación humana aún no sabe coexistir con la naturaleza. Y quizás lo que puede ser peor aún, el simple hecho de no aceptar que al parecer estamos destinados a algún misterioso propósito en la vida. Un propósito no revelado hasta que el momento se haga presente. Y la mejor forma de
retratarlo es a través de los nombres de los niños: Nieve (un elemento frío e inquebrantable, pero que también suele generar alegría y felicidad). Y Lluvia (un elemento primordial que entrega vida, pero que también esta asociado a la introspección y a la melancolía). Y son estas las principales características que los definen individualmente, considerando que los dos son agua, pero en diferentes estados. No obstante, la película es magnifica, independiente del punto de vista. Tiene una interesante historia (a ratos un poco naif, pero que no afecta en nada al mensaje más filosófico que es su núcleo principal). Sin dejar de lado, el impresionante trabajo artístico empleado, que de seguro maravillará a grandes y a chicos. En conclusión, (y como solemos decir con obras sobresalientes) “Los Niños Lobo” es absolutamente imperdible, que incluso hace recordar (porque casi es obvio el guiño) a las primeras obras de Hayao Miyazaki. Otro logro del animé.