Un viejecito calvo y repulsivo, arrienda una de sus casas a una joven pareja de recién casados. Ellos parecen vivir cómodos y sin grandes complicaciones. A veces caen en lo rutinario, otras tantas en el tedio de lo que significa estar casados. Las responsabilidades, un futuro retoño que viene en camino y eso sería todo…. Y bueno envejecer y morir (lo queríamos omitir pero no pudimos aguantarnos). Pero lo que la confiada parejita de (supuestos) tortolitos no saben, es que el viejo antes de entregarles la casa puso todo tipo de cámaras en lugares estratégicos para darse maña en sus húmedas noches….
Así comienza esta modesta película de suspenso. Si bien la historia como la contamos, no es tan agil ya que se toma su tiempo para mostrar prácticamente nada. Y pensamos que los votos pueden estar un poco divididos, porque después de un largo momento el asunto parece tomar forma. Pero nunca llega mucho a ninguna parte, y es que esta se podría llevar fácilmente el premio a la más insípida en cuanto a contenido. Pero tampoco hay que ser tan desgraciados, ya que entendemos que productos como estos son a causa de un bajicimo presupuesto. Pero aunque llega ser odiosamente predecible, tiene uno que otro momento rescatable (por muy humildes que estos puedan llegar a ser).
Uno de sus principales fuertes (sino el único) es la muy pero muy desagradable presencia del viejo ese, que es la repulsión hecha persona. Es algo así como la antítesis de antagonista, primero porque sólo queremos que sus fechorías sean descubiertas de una vez por todas (es más, varias veces nosotros mismos nos ofrecíamos en llamar a la policía). Y segundo porque causa una extraña (y casi inevitable) antipatía. Además que la historia tiene momentos, que no sabemos aún si son para desafiar la paciencia del espectador o porque no tiene más que ofrecer (nos quedamos con esta última). No tiene escenas sangrientas, pero si cumple con el suspenso…….. Y si este fuera un videoclub, diríamos: si usted quiere la arrienda.
Título: "14 Cameras" (2018).
Créannos que estábamos más sorprendidos que ustedes cuando vimos que había secuela del viejo repulsivo. Y nos costó verla (porque en una de esas era el viejo que nos veía a nosotros). Pero bueno, hicimos de tripitas corazón y el viejo ahora le arrendó otra casa a una familia completa. Antes eran trece, ahora puso una cámara más en el wáter para ver sabe dios que cosa…. preferimos que usen su fecunda imaginación queridos lectores. Y al parecer, al voyerista no le basta con estar pegado horas y horas… y horas a su celular, enterándose de lo que hace Pedro, Juan y Diego. Prefiere tener su propio reality show, donde él es su director. Lo bueno de todo, es que al menos esta secuela tiene muchos más recursos que la anterior…… pero es muy difícil que logre escapar al fantasma de lo predecible. Al menos hace el intento para sorprender con alguna cosita por ahí. Cosa poca, pero “cosa” al fin y al cabo.
La historia se centra un par de años después del primer reality. Y si bien, vuelve a insistir con mostrar prácticamente nada…. se agradece que al menos sea en menor medida. Y es que con ver al viejo ese ya tenemos suficiente. Lejos lo más logrado de la película, puesto que es un personaje que tiene un par de matices interesantes. Es como si fuera Jason, pero más feo (puede que hayan esbozado una leve sonrisa, pero sólo piensen que tiene Jason Y Freddy en común…).
En general, una película no apta para todos los gustos. Tiene un mejorado manejo del suspenso, pero la tozudez del director en seguir explotándolo, hace que simplemente todo lo visto no tenga casi ningún valor. Hay personajes odiosos, pero este raya en lo patético.
Cuidado con quien te puede estar mirando.... más de la cuenta!
@TomAstrovolt
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