País: Reino Unido.
Director: Johnny Kevorkian.
Guión: Gavin Williams.
Música: Richard Wells.
Protagonistas: Neerja Naik - Sam Gittins - Grant Masters - David Bradley.
Bastante extraño es que a tan sólo pocos meses de la navidad, ya se dejan ver varias películas de terror ambientadas en esta festividad. Y nos llama tanto la atención que queremos saber ¿Por qué? Pues pueden ser las luces, los colores, los aromas, etc. O simplemente, porque las personas están relativamente más aburridas a todo aquello que los obligue a desembolsar más dinero que buenos deseos. Y en su defecto, sólo quieren ver como algo que supuestamente debería ser armónico en su totalidad, es lejos uno de los acontecimientos más caóticos del año. Y el querido lector, puede que no este de acuerdo, pero al menos es una (remota) posibilidad. Ya bien lo vimos en aquella noche de paz, noche de horror, y hoy nos topamos con Await Further Instructions, dirigida por Johnny Kevorkian.
La historia es tan conocida, que las sorpresas vienen desde otro ángulo. Ya que sólo piensen, como sería ir a casa de sus padres en festividades que están hechas para pasarlas en familia, pero en realidad la palabra desunión le queda chica a esta familia en particular que protagoniza esta historia al "retro". A nadie le gusta ir donde no lo llamen, y menos ir a donde no quieres. Y como si las cosas no fueran lo suficientemente complicadas, a esto le sumamos que de un día para otro la casa ha sido puesta en cuarentena, y está estrictamente prohibido entrar, o salir. Creemos que ni Superman los podría salvar de este verdadero calvario. Primero esta el sacrificable padre (cuando la vean entenderán por que nos referimos así de él), un gerente que cree que su familia es otro tipo de empleados al cual someter. Luego viene la siempre abnegada madre, que trata por todos los medios de llevar la fiesta en paz (aunque en muchos casos con casi nulos resultados), luego viene la desagradable hermana mayor y su atolondrado novio. El abuelo, un viejo de mierda que desprecia a todo el mundo (y creemos que también así mismo). Y finalmente al incomprendido y puteado hijo menor, y su muy agradable novia (los más “normales” de toda la fauna familiar).
Como suele ocurrir con las familias desunidas, que no saben enfrentar los conflictos en mutuo apoyo. El televisor, será el único contacto directo que tendrán con el exterior. Y para empeorar aún más las cosas, les ordenará todo lo que tienen (y no tienen) que hacer. Así es que afírmense los pantalones porque el encierro les sentará de las mil maravillas. Puesto que no habrá oportunidad mejor de matar a sangre de tu sangre, en una especie de secuela de Saw (ya no tenemos ni idea en que parte van, y bueno tampoco nos importa).
Lo interesante es que, Dios está en la televisión. Todo aquello que vimos a través de aquella cajita estúpida, ahora es realidad. Y sus personajes son poderosamente dominados por sus mandatos. Algo muy grave ocurrió afuera, que les es imposible salir. Y como si no fuera suficiente la tortura, deberán de resolver los problemas a favor de todos. Pero nada de esto ocurre, al final todo es pura y soberana hostilidad, y esto es lo más gratuito de la película, porque nunca se entiende por qué. Así es que, desde aquí no podemos hacer otra cosa que reír a carcajadas por aquellos pobres desgraciados que del amor fraternal no saben nada. Y no conformes, el freakerio se transforma en un muy ochentero subproducto de ciencia ficción. Con rayos laser tan pasados de moda, que junto con los clichés de turno se transforman en una cosa que no tiene ni pies ni cabeza. Más que la moraleja final, de que a veces es mejor apagar el televisor.
Curiosamente entretiene, a pesar de lo absurdamente exagerada y de mensajes y situaciones cliché. Indudablemente que trata de sorprendernos, pero que al final termina siendo una mala copia de un capítulo de Cuentos De La Cripta.
Ha escrito para ustedes @TomAstrovolt
Saludos y nos vemos en la próxima.
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