miércoles, 5 de septiembre de 2018

Los fantasmas suelen aparecer de noche

Título: "Down a Dark Hall" (2018).
Director: Rodrigo Cortés.
Guión: Chris Sparling, Michael Goldbach basada en la novela Down a Dark Hall
escrita por Louis Duncan.
Música: Víctor Reyes.
Protagonistas: AnnaSophia Robb - Uma Thurman - Isabelle Fuhrman - Kirsty Mitchell - Taylor Russell - Jim Sturgeon.
Katherine es una chica con problemas conductuales. En vista que sus padres notan que esto en vez de mejorar, empeora. Deciden internarla (casi contra su voluntad) en Blackwood (dirigido por Madame Duret), un centro exclusivo que se encarga justamente de corregir a incorregibles. Al llegar, el lugar parece bastante lúgubre como para tratar de hacer feliz una chica que odia a todo el mundo, incluso a si misma. Y a medida que van llegando otras huéspedes, es la misma Katherine quien se da cuenta que hay otras que tienen peor actitud que ella. Por lo cual, tratar de hacer alguna nueva amistad, no será tarea fácil. Al principio, los métodos de Duret parecen dar poco a poco buenos resultados. Y estos, consisten en que cada una de sus alumnas desarrolle alguna habilidad que tenían oculta hasta ahora. Pero las cosas se complican, porque progresivamente irán recordando cada vez menos sobre sus propios avances. Al parecer, el método no es el que ellas creían conocer.
Dirigida por el español Rodrigo Cortés, del cual casi poco o nada sabemos. Excepto aquella especie de experimento claustrofóbico que significó ver Enterrado. Down a dark hall, es una película pseudo gótica que hace recordar en algunas cosas a Flores en el ático. Aunque con menos suerte, ya que la obra de Cortés es culpable de abusar de un cliché tras otro. Principalmente porque (tampoco) su historia no es muy novedosa que digamos. Pero al menos, las actuaciones y el montaje son bastante aceptables. Creemos que, de apartar el tema de los fantasmas (multifuncionales) de turno, hubiera sido al menos algo mucho más interesante. Pero un par de efectos especiales, y uno que otro incendio a veces no suelen ser suficientes para ocultar las carencias creativas. Y de verdad, que aquí están bastante bien escondidas…. Y lo que es mejor nos distraen para no fijarnos en sus errores. Pero haciéndonos los buenitos, al principio creímos que seria la típica película tonta, con personajes tontos de fácil consumo y posterior digestión también fácil. Pero tiene un pequeño detalle dramático, que se antepone a todo el decorado bastante ostentoso. Aunque todo luego se reduzca en una muy débil y fácil conclusión. Aún así, siempre es un placer volver a ver a Uma Thurman que de ella no se había visto nada hasta ahora. 

Gracias por leer, y nos vemos en la próxima 
@TomAstrovolt.

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