domingo, 23 de septiembre de 2018

En nuestras redes.... vivimos horizontalmente....


Título: "Jupiter Holdja" (2017). 
País: Hungría
Director: Kornél Mundruczó. 
Guión: Kornél Mundruczó, Kata Wéber. 
Música: Jed Kurzel. 
Protagonistas: Zsombor Jéger - Mónika Balsai - Enikõ Mihalik - Merab Ninidze - Ákos Birkás - Péter Haumann.

El universo infinito, imponente y misterioso. Lleno de interrogantes más que afirmaciones. Quizás, no son muchos los que buscan respuestas en la espesura de un cielo estrellado, o quizás son mucho más de los que uno cree. Y es que, admirar las estrellas es conectarse con todo aquello que no está a nuestro alcance. Las miramos, pero no las observamos sobretodo cuando en algún momento de nuestras vidas necesitamos alejarnos del (y cada vez más) acelerado mundo en el que vivimos. Para pensar, reflexionar o simplemente para hacernos recordar, que siempre han estado ahí, pero muchas veces terminamos por olvidar al estar demasiados ocupados con lograr objetivos en la vida. Y algo así ocurre en Jupiter´s Moon, una suerte de milagro inesperado, pero al que no estamos aún preparados para apreciar y comprender. Sobretodo, si el guion trae consigo una especie de mensaje universal pocas veces visto.
Un padre y su hijo, son parte de un gran grupo de inmigrantes que intentan pasar la frontera húngara, pero son interceptados por la policía. En medio del caos, se ven forzados a separarse. Y el hijo escapa con rumbo hacia el bosque, pero es rápidamente detenido por la policía. 


Lo primero que llama la atención de esta espectacular película, son sus magníficos efectos especiales. Porque logran causar genuino asombro al espectador, y eso hoy en día es casi impensado. Y  hay que ser sinceros, (a modo de ejemplo): ¿existe alguien que no se haya sentido sobrecogido con las escenas más espectaculares de Encuentros Cercanos Del Tercer Tipo al verlas por primera vez? De hecho, aunque tienen historias muy diferentes, Jupiter´s Moon tiene una muy particular relación, pero desde perspectivas completamente opuestas. Su historia no refleja otra cosa, que tipos de situaciones de lo más contemporáneas que generan debate, y por que no decirlo, también conflicto a nivel global. Una de ellas es la crisis migratoria, tan en boga este último tiempo, y la que podría ser casi el núcleo de toda la película en si misma: la religión. Nunca estos temas han sido fáciles de tratar, es por ello que la impecable dirección de Kornél Mundruczó se complementa de manera sublime con un guion consistente, y muy inteligente. Y aquí nos detenemos un momento para reflexionar, ya que hemos leído un par de comentarios de críticos especializados, y no hemos podido evidenciar algo en particular. Principalmente, porque denotan que no la comprendieron para nada (así de categóricos). Y aquí, explicaremos brevemente los motivos por el cual recomendaríamos que la vieran nuevamente (hipotéticamente hablando (o escribiendo para los más rigurosos) claro).


A veces una película, o mejor dicho su historia, no tienen precisamente que darnos todas las respuestas. También uno como espectador, debe poner un poco de su parte para percibir la intención o el enfoque de su director. Y si bien, para nosotros Mundruczó es un director desconocido, consideramos que a pesar de esto, es lejos uno de los buenos. Principalmente porque nos puede transportar a distintos géneros cinematográficos, con absoluta facilidad y soltura. Nada aquí resulta forzado (exceptuando un par de detalles, pero que no vienen al caso mencionar), y esto ya es decir mucho. Porque hacer algo así, no debe ser fácil en la práctica y el manejo de imágenes. Así como también el manejo de actores, que es bastante notable. 
Pero también hay otro punto que no podemos pasar por alto. Y es la absoluta genialidad del director para entregarnos todas esas respuestas que necesitamos, en metáforas tan sublimes como inteligentes. Y es justamente aquí, donde la incomprensión puede jugar en contra. Todo lo que necesitas saber (incluido el final) está en imágenes y también, por que no decirlo: en muchos de sus diálogos que denotan un humor bastante sarcástico cuando se trata de hablar, por ejemplo, de temas religiosos. Y lo mejor de todo, es que lo hace en base a la realidad, por lo que Mundruczó va sumando cada vez más, y más aciertos. Sobretodo, en aquellos momentos en que hace sus representaciones de divinidades, pero en formato humano. 
Es cuando el mundo (o las personas de este mundo) que buscan respuestas y alivio en la religión, no las encuentran a medida que van adquiriendo conocimientos de esta a lo largo de toda su vida. Ya sea porque algo de esas historias no les ha gustado, o simplemente porque no están de acuerdo con ellas. Y es aquí, donde la propuesta de Mundruczó se hace presente, al explicar la necesidad humana de querer obtener una conexión directa con aquel dios (que en realidad no es tal) que por décadas ha soñado. Pero que no es capaz de advertirlo, cuando lo tienen en frente ¿Por qué? Pues la respuesta es bastante simple: porque están tan ocupados resolviendo sus vidas, o lo que es peor aún: tienen sus ojos tan pegados en sus celulares que se han olvidado de observar un poco el cielo. Mundruczó nos enfrenta con este y otros tópicos bastante interesantes, para resolver casi en su totalidad los conflictos de su película, que bien vale la pena analizar.


El tono de la película, muchas veces resulta bastante sobrecogedora. Sobretodo porque es profundamente sensible en muchos aspectos. Muchos de ellos hacen cuestionar a sus personajes con su propósito en la vida, dejando a la vista sus miserias, y sus culpas como únicos motores que los mantienen en pie. Y es aquí donde nace el real (y potente) mensaje que Mundruczó quiere entregarnos, puesto que no tiene por que ser así…. 


Una película imprescindible, distinta, sumamente asombrosa y atractiva. Con insuperables efectos especiales. Por momentos puede ser muy visceral y dramática, como también emocionante y muy…. Muy reflexiva (archivada como una de nuestras favoritas). 

2017: Festival de Cannes: Sección oficial.
2017: Festival de Sitges: Mejor película, Mejores efectos especiales.

Saludos, mis queridos lectores, y nos vemos en la próxima. 
@TomAstrovolt.

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