País: Reino Unido.
Director: Drew Pearce.
Guión: Drew Pearce.
Música: Cliff Martinez.
Protagonistas: Jodie Foster - Dave Bautista - Sofia Boutella - Sterling K. Brown - Jeff Goldblum.
En un futuro no muy lejano, los criminales más peligrosos tienen su propio hospital llamado Artemis (que a ciencia cierta es un hotel multiservicios). Todos deben cumplir con varias reglas estrictas para poder entrar, y ser atendidos por la enfermera Jean Thomas y su ayudante Everest. Pero la llegada del que se autoproclama como dueño del hotel, conocido como El Rey Lobo que ha sido gravemente herido, pondrá en jaque el futuro del lugar.
Sinceramente, esta idea de un hotel para criminales, nos resultó tan curiosa como arriesgada. Y significa el debut del guionista y productor Drew Pearce. El director se hizo de un reparto bastante interesante y diverso para contar una historia que prometía. Y como es obvio, lo primero que llama la atención es el conflicto global en el que se centra su historia. Sobretodo uno que hace mucho tiempo está sonando en nuestros días, y que tiene relación con el recurso vital del agua. Antojadizamente esta ambientada en 2028 (porque prácticamente ya vamos a su encuentro), por lo que no deja de tener un plus interesante. Ahora bien, la peli en sí tiene un argumento y no es la típica de acción con balas rozándonos la cabeza. Más bien trata de entrar en los conflictos internos de algunos de sus personajes, en un mundo que al parecer esta cayéndose a pedazos. Y Pearce nos presenta una distopía, con un futuro muy poco prometedor. Desde el ángulo que se la mire, aquí no hay un solo indicio de esperanza frente al caos. Y muchos de sus personajes, son tan poco fiables como casi ajenos a la destrucción masiva. Pero ojo, que todo lo que comentamos ocurre en segundo plano. La mayor (y principal) parte de la historia tiene curso dentro del dichoso hotel.
Llama la atención el personaje de Jodie Foster (que como siempre está impecable en su papel de enfermera de narcos, aunque claramente no es uno de sus mejores trabajos). Ya que pareciera, que en conjunto con aquella mole que es Dave Bautista personificando a Everest. Son casi los únicos personajes que tuvieran un mínimo de cordura frente a una noche, que es lo más cercana a un campamento de caídos en plena guerra. Y aquí nos detenemos un momento, para destacar la actuación del desconocido Charlie Day que fácilmente su personaje pudo entregar mucho más de lo que se podía esperar. Pero así estaba escrito el guion, y no había más por hacer.
La propuesta no es mala, pero hay demasiadas promesas que jamás llegan. Y eso la condena prácticamente al olvido. Sin mencionar, el casi ridículo facilismo con el que el director resuelve varios cabos sueltos en la historia. Faltó más espectacularidad (y con esto no nos referimos a basuras tipo Skyscraper) sino algo de la trama que nos haga sentir un mínimo de emoción al verla. Pero en cambio, tenemos diálogos vacíos sin mucho asunto y un efecto sorpresa prácticamente que brilla por su ausencia. Hemos visto películas lineales y monótonas, pero esta no hace el más mínimo esfuerzo por tocar ninguno de vuestros sentidos. Y eso no sólo la hace una película lineal y monótona, sino también mediocre desde cualquier punto de vista.
Saludos y nos vemos en la próxima.
Escribió para ustedes: @TomAstrovolt