jueves, 23 de agosto de 2018

Hay cosas que el tiempo no las cura


Título: "Aus Dem Nicht" (2017).
País: Alemania, Francia.
Director: Fatih Akın.
Guión: Fatih Akın.
Música: Josh Homme.
Protagonistas: Diane Kruger - Numan Acar - Denis Moschitto.

Muchas veces, las desgracias están a la vuelta de la esquina. Y fue cerca de una de esas esquinas que la vida de Katja cambió para siempre. Su esposo Nuri, de nacionalidad turca acaba de salir de la cárcel. Pero eso no ha impedido que se hayan casado, y que posteriormente naciera su hijo Rocco. Un día cualquiera, Katja va ha dejar a la oficina de su esposo a su pequeño hijo, pero a su regreso se encuentra con un macabro espectáculo. La oficina ha volado en mil pedazos. Completamente devastada, se inicia una investigación que ayude a entender si esto ha sido una especie de ajuste de cuentas, o algún tipo de atentado… 
Con una actuación que podríamos calificar como intensa, Diane Kruger se luce en una historia que es una especie de alegórico descenso al infierno. Y a decir verdad, no sólo la actuación de Kruger resulta intensa, sino que la película en su totalidad es un interesante ejercicio de intensidad que va en diferentes niveles. Y para exponerlo de mejor forma, el director Fatih Akin lo resuelve en tres capítulos: La Familia, La Justicia y El Mar. 
La primera, nos pone en contexto de como eran las cosas antes de la tragedia. Las situaciones se van dando de tal forma, que en el estilo progresivo de Akin hay una especie de advertencia que nos indica, que las cosas están por ponerse algo caóticas. Llama la atención, cierto poder que ejerce el director con la percepción del espectador, ya que por momentos logramos cierta empatía con las desgracias que vive la protagonista. Pero por otro lado, te obliga ha cuestionarte ciertos aspectos morales que terminan por dividir esa percepción…. Haciendo que esa empatía se pierda casi irremediablemente. 
La segunda habla por si sola, con la diferencia que implícitamente no es otra cosa que la explosión de las emociones más inmediatas. Que podemos resumir simplemente como: tristeza, impotencia y odio. Esta es una de las partes de la película que más no ha gustado de la película, porque las escenas de tribunales tienen una consistencia insuperable. Y aquí nuevamente el director, juega un poco con nuestra emocionalidad. Y mejor aún, que Kruger simplemente se deja llevar con total naturalidad en cada uno de sus procesos, por muy ingratos que estos puedan llegar a ser.
La tercera, es lejos la más engañadora y terrible de todas. Aquí volvemos al punto inicial, al punto en que la protagonista vuelve a conectarse con sus recuerdos, y con su profunda tristeza (y por ende, volvimos a ser testigos de infinita empatía). Pero en este punto, nace una nueva acción que es lejos la más nociva he impredecible de todas: la venganza. Como es obvio, no podemos decir mucho al respecto porque de lo contrario caeríamos en un descarado spoiler. Pero, lo que si podemos adelantar es que las cosas se vuelven un poco confusas. Y el mar, solo refleja el profundo amor que le fue arrebatado a la protagonista…. Un mar infinito de recuerdos y también desolación.
En resumen: una película dramática, que por momentos puede llegar a ser tremendamente brutal, y cruda. Porque lamentablemente, no refleja otra cosa más que un pesar que vivimos en pro de los avances de la tecnología, etc. Hay pensamientos, o mejor aún formas de pensar que no han cambiado con el paso de los años. Y lo que más impacta, es que pueden llegar a ser enormemente destructivos si no se les pone fin. Y el mensaje de esta película es definitivamente claro y directo. Imperdible película, que postula a Kruger en más de algún premio por su desgarradora interpretación.

Gracias por leer, y nos vemos en la próxima.
 @TomAstrovolt.

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