Titulo: "El Bar" (2016).
País: España.
Director: Álex de la Iglesia.
Guión: Álex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarría .
Música: Joan Valent.
Protagonistas: Mario Casas - Blanca Suárez - Terele Pávez.
Hablar de Álex de la Iglesia, es como hablar de Guillermo Del Toro (sí, reconocemos que son odiosas las comparaciones, pero recién estamos comenzando a escribir, así es que no juzguen apresuradamente). Sus mundos cinéfilos son muy similares, mientras uno expone al monstruo que llevamos dentro, el otro los saca de nuestras peores pesadillas y las convierte en látex (¿Cómo les quedó el ojo?). Y es que nos pasa algo muy raro con quien nos convoca en esta nueva publicación. Porque si bien, de la Iglesia no es de aquellos directores aptos para todo público (desde su delirante perspectiva podemos encontrar historias cutres pseudo ficción científicas: “Acción Mutante” (1993), hasta tragedias sobredimensionadas como: “La Chispa De la Vida” (2011)). Pero
que a pesar de tener ya cierto reconocimiento, no se decide aún por dejarse caer en las redes del mainstream cinematográfico. Y no decimos que no hacerlo sea malo, pues ya ha hecho un par de películas fuera de España. Pero las grandes ligas lo esperan, y quizás no sabemos aún lo que nos tiene preparado a futuro. Mientras tanto, podemos esperar viendo una de sus tantas pelis inéditas aún por estos lados, y esta vez el engendro se hace llamar, “El Bar” (2016). En ella, se cuenta la historia de un grupo de personas comunes, que por esas casualidades de la vida quedan encerrados… (¡Adivinen donde!), pues si, en un bar cualquiera. Algo ocurre en las calles cercanas, y los pobres incautos no tienen ni puta idea que ocurre. Pero tampoco digamos que se aburrirán demasiado, ya que la acción ocurrirá justo frente a sus narices. Entre cuatro paredes se tejerá una historia, que intuimos no terminará para nada de bien.
Si tenemos que definir las fortalezas de un director como de la Iglesia, la primera de ellas sería, su absoluto amor por las situaciones más irreverentes y sarcásticas (y mejor ni hablar de su talento para manejar a su antojo el humor negro que ha estado presente en la mayoría de sus películas, y no podemos dejar pasar esta oportunidad para mencionar una de nuestras favoritas “El Día De La Bestia” (1995). Y es que “El Bar” es una mezcolanza de géneros, que van desde la comedia, el drama (cuestionable, pero drama al fin), y lo mejor del horror sanguinolento más Peter Jacksoniano (quizás la denominación no exista, pero suena bonito). Y es que la película (que podríamos calificar como disparatadamente entretenida) es todo lo que se puede esperar de este director. Ahora bien, contar una historia de estas características (vale decir en un claustro casi absoluto), no resulta fácil para ningún realizador. Principalmente porque el espectador no puede perder el interés en lo más mínimo, sobretodo si no hay algo realmente interesante que capte su
atención desde un principio. Y eso es relativamente fácil si consideramos que de la Iglesia recurrió (en parte) a sus actores fetiches (que palabra más horrenda, dicho sea de paso) preferidos (añoranza eterna para la querida Terele Pávez). A esto agregamos una cucharada de Mario Casas y Blanca Suárez como nuevas adquisiciones, y tenemos una masa alucinante completamente homogénea (¿o híbrida?..). Y no tratamos de hacer creer que el cine del director es para tomárselo a la ligera. Porque aquí la propuesta cumple con casi todas las expectativas, tenemos una dignísima producción y momentos de verdad fantásticos. Aunque si bien no nos interesa ver aquí una actuación Oscariana (otra palabra inventada quizás), lo que más importa es ver como los personajes conspiran los unos a los otros, y que ojalá (y en consecuencia) la hemoglobina sea disparada para
todos lados. Pero lo primordial, es que aquí nadie estará ajeno al sufrimiento hilarante al que son
todos lados. Pero lo primordial, es que aquí nadie estará ajeno al sufrimiento hilarante al que son
sometidos cada uno de ellos (y es que nos hace recordar que el humano es capaz de cualquier cosa, con tal de salvarse el pellejo (experimento social ya visto en varias películas)), y la regla del más fuerte se hará presente a como de lugar. Pero es aquí donde todo esto se pone más interesante, ya que de la Iglesia utilizó (al menos al inicio de la historia) sutilmente los clichés propios del género apocalíptico horrífico (es ya impulsivo escribir este tipo de palabras, absolutamente inevitables). Pero
por otro lado sigue fiel a la regla, porque pasado el metraje el resto de los fotogramas es un cliché tras otro, y es esto quizás una de las cosas más discutibles de toda la película. Porque el efecto sorpresa, que se espera con ansias, parece que finalmente no llegará nunca. Otro punto débil de la peli es que hay momentos innecesariamente extensos que denotan ciertos vacíos tanto en la acción, como en los diálogos (y otros concretamente que no están bien actuados). Es como si la película hubiera sido rodada en tiempo récord, y el resultado fue este.
Si bien “El Bar” es una película que recicla lo mejor y peor de muchos subgéneros, tiene la marca registrada de un director que ha sabido sacarla a flote a costa de lo que sea. Se pasa bien viéndola, sin lugar a dudas, pero para viajar de uno a varios géneros en una misma película, es algo que en la práctica no es tan fácil. Y creemos que el resultado final puede confundir un poco. Solida dirección del director, pero con un guion que podría ofrecer mucho más dentro de sus caóticos acontecimientos. En consecuencia: tiene la firma del director por donde se la mire... lo demás poco importa.
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