Titulo: "Inmersión" ("Submergence") (2017).
Países: Alemania, Francia, España, Estados Unidos.
Director: Wim Wenders.
Guión: Erin Dignam (Basada en la novela escrita por J.M. Ledgard).
Música: Fernando Velázquez.
Protagonistas: James McAvoy - Alicia Vikander - Alexander Siddig - Celyn Jones - Reda Kateb - Mohamed Hakeemshady - Clémentine Baert.
Danielle y James se conocen en un idílico hotel de la costa atlántica francesa. Ella es una biomatemática que trabaja en un proyecto de inmersión en las profundidades del océano, que intenta demostrar el origen de la vida en el planeta. El es un ingeniero hidráulico, quien tiene un interesante proyecto revolucionario para presentarlo en África. Juntos, viven un romance de ensueño absolutamente inesperado que traspasará las barreras de sus respectivas ocupaciones, ya que por sus compromisos laborales tienen que separarse, pero con la promesa de que pronto se volverán a reunir. De eso ya ha pasado un año, y Danielle no volvió a saber más de James, no se ha cansado de llamar y enviar mensajes a su móvil, sin obtener nunca respuesta alguna. Lo que ella ignora es que James ha sido tomado como rehén por terroristas yihadistas en Somalia, quienes sospechan que en realidad James es un espía británico. Retenido en una habitación sin ventanas, en condiciones infrahumanas, será sometido a todo tipo de torturas. Pero Danielle presiente que algo malo ocurre, y a su pesar no está en sus manos poder ayudarlo.
Este es el argumento de la nueva película del reconocido director alemán Win Wenders, que tiene divididos a los críticos especializados. Principalmente (y nos sumamos a la moción) porque su guion no va absolutamente a ninguna parte. Y creemos que aquí, no está en tela de juicio el talento indiscutido que tiene Wenders para contar historias (sobretodo por su excepcional manejo en todo lo que respecta al atractivo visual de todas sus películas, y que esta en particular no queda exenta de ello). También tenemos actuaciones interesantes, considerando que todo el peso de la historia se la llevan Alicia Vikander (insuperable en “ExMachina” y “La Chica Danesa”) y James McAvoy (imposible no recordar “Split” luego de verlo en tantos primerísimos primeros planos de su rostro, donde notamos un par de expresiones de Kevin Wendell Crumb (lo sentimos James, pero te hemos pillado)). Y una musicalización bastante interesante a cargo del compositor español Fernando Velázquez (“Mamá”, “El Orfanato”). Sumando a Wenders tras las cámaras, no hay que ser un genio para darse cuenta que tenemos una producción de pesos pesados frente a nosotros. Pero algo aquí no nos ha convencido del todo. Principalmente porque el tono de la
película es incierto, es una mezcla hibrida de amor trágico que se difumina con terrorismo, y que además sugiere asuntos existenciales. Wenders no profundiza en ninguno de ellos, y eso nos hace cuestionarnos una y otra vez, que es lo que en realidad estamos viendo. Porque a simple vista parece un experimento visual, que no sabemos por donde agarrarlo. Y solo nos resta pensar que el director ha preferido la austeridad absoluta (y casi frívola) en plantear sus ideas para volverse completamente abstracto. Y es que nadie mejor que nosotros amamos las propuestas independientes. Pero nunca llegamos (por ejemplo) a conmovernos por la historia de amor (y hasta hicimos esfuerzos por asomar, aunque sea una mísera lágrima, y eso que las escenas en que los dos personajes estaban conociéndose eran innecesariamente extensas (tiempo hubo para llorar, pero ese tampoco era el punto G de la historia)). Esperábamos que los descubrimientos de Danielle, nos elevaran espiritualmente (porque pensábamos que ese finalmente era el núcleo de todo, pero nos equivocamos otra vez (se generaron preguntas, pero que jamás fueron respondidas, cosa lamentable porque pudo haber sido lejos lo más interesante de ver de toda la película, porque un lindo paisaje y un excelente open no eran suficientes)).
No obstante, la única vez que nos pudimos compenetrar con la historia fue en la mayoría de las escenas donde James, pasa de un lado a otro para que los yihadistas se decidieran quien lo iba a enviar a mejor vida. Y es aquí donde por fin pudimos ver al Wenders de siempre, porque se quiera o no, el género bélico se le da de las mil maravillas.
“Inmersión” no es la mejor película de Win Wenders (y es que tampoco somos muy fans de su filmografía a decir verdad), pero tampoco es la peor. Lo que suele ocurrir con muchas de las películas, es que a veces no se le da total libertad al director para realizar lo que realmente quiere filmar, mucha de la culpa la tienen los grandes estudios, que priman lo comercial por sobre lo artísticamente loable. Y puede que aquí hubo mucha mano por sobre la de Wenders, y el gran fallo de todo (y como resultado) es un camino largo que no sabemos a donde nos pueda llevar.
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