miércoles, 23 de agosto de 2017

Las grandes cosas, nacen desde la tragedia

Titulo: "La Casa De La Esperanza" ("The Zookeepers Wife") (2017).
País: Inglaterra - Estados Unidos.
Director: Niki Caro.
Guión: Angela Workman (basada en la novela homónima escrita por Diane Ackerman).
Música: Harry Gregson-Williams.
Protagonistas: Jessica Chastain - Johan Heldenbergh​ - Daniel Brühl - Michael McElhatton - Anna Rust - Iddo Goldberg - ​Goran Kostić​ - Shira Haas​ - Efrat Dor - Val Maloku.


Septiembre de 1939, los nazis invaden Varsovia y tras la ocupación, no se salva ni siquiera un zoológico que es masacrado, dejando de brazos cruzados a Jan y Antonina Zabinski, sus acongojados dueños. Comienza así la casería antisemita y ellos se transforman en una especie de salvadores de la comunidad judía, escondiéndolos en las dependencias de su propia casa. Jan por su parte se proclama como un retractor del
movimiento nacional socialista y comienza a trabajar en absoluta clandestinidad los pases fraudulentos para tratar de ayudar a la mayor cantidad de personas posibles. El rumor corre secretamente, y lo que fue antes un zoológico, se convierte de la noche a la mañana en una especie de santuario de esperanza para varios que tratarán de escapar de los horrores de la segunda guerra mundial.

Si bien, es muy raro que este tipo de películas no agraden, ya que el tópico de la segunda guerra mundial es de interés mundial que nos hace recordar uno de los errores humanos más abominables de nuestra historia. Existen historias alternas dentro de los horrores que conllevan las guerras y en especial la nazi. Y esta es una de ellas, basada en hechos reales donde los propietarios de un zoológico rescataron cerca de 300 judíos de una suerte que ya todos conocemos. Las escenas dramáticas están bastante bien realizadas, y la puesta en escena amerita un plus importante a la historia. Por momentos nos ha recordado en cuanto a su nivel de intensidad a algunas secuencias dramáticas de “La Lista de Schindler” (1993), pero aquí ocurre algo quizás que se le atribuye directamente a la directora Nicki Caro. Ya que en momentos en los que ya somos capaces de entender el peligro que corren algunos de sus personajes, ella tiene un limite para no mostrar mas allá de la cuenta, suaviza y limpia el pavimento manchado con sangre inocente (y me refiero a los pobres animales).

Para luego pasar inmediatamente a otra cosa, y la tensión la mantiene latente en casi toda la película, pero faltó lo visceral, lo explícito de acontecimientos tan dramáticos como los ocurridos en tiempos difíciles. No obstante, el interés no decae y esa es la responsabilidad que recae en los hombros de Jessica Chastain, Johan Heldenbergh y Daniel Brühl (de quien prestamos mayor atención para que no se repitiera el plato con “Bastardos Sin Gloria” (2009) pero a decir verdad su personaje Lutz Heck tiene unos matices bastantes interesantes que vale la pena ver). Sin más, tenemos aquí a una película no carente de intensidad dramática y recursos. Una historia como esta no deja de ser inspiradora,  pero tiene un par de caídas haciendo que  recurra al simplismo para cerrar su narrativa que le restó un par de puntos para ser casi perfecta. 

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