… tomamos el avión y partimos el equipo y yo, con rumbo desconocido. Salimos temprano pues necesitábamos ojalá llegar lo más pronto posible a aquella jungla inexplorada, antes que cayera la noche. Pero nuestro avión se averió, Charlie lo esta tratando de arreglar en estos momentos, y nos ha dicho que el motor se ha sobrecalentado, por lo que habrá que esperar un par de horas antes de volver a ponerlo nuevamente en marcha.
No sabemos mucho de esta jungla desconocida, pero hemos recorrido brevemente los alrededores para poner una bandera que nos ayude a ser localizados, ya que el radio no capta señal alguna.
Lamentablemente nos ha tomado todo el día esperar que se enfríe el dichoso motor. Ahora nos encontramos atrincherados dentro del avión, un poco nerviosos de lo que nos pueda acechar en el exterior. Algunos miembros del equipo han comenzado a contar historias sobre el lugar, y créanme, lo que menos quiero escuchar ahora son historias de terror mientras nos encontramos atrapados en medio de la nada. Swan quiere salir un momento al baño, yo le doy mi linterna y le recomendamos que trate de no alejarse demasiado. Pero las cosas no tardan en empeorar, hemos escuchado un grito de horror que aniquiló por completo el angustiante silencio que domina el lugar. Rolf y yo salimos a buscar a Swan pero no hay más restos de ella que la linterna tirada en el pasto y un trozo de su ropa. En esta oscuridad es imposible encontrar algún rastro, por ello decidimos ir en su búsqueda mañana a primera hora.
Creo que ignoramos todos los peligros a los que estamos expuestos, desde a algún animal salvaje a algo quizás aún más brutal. No hay rastros de Swan, y la verdad es que con Rolf estamos perdidos, nos alejamos demasiado del avión, pero hemos llegado hasta un río. Las pocas cosas que llevamos con nosotros han sido suficientes para ayudarnos a armarnos una balsa bastante arcaica y sin perder un solo minuto, nos aventuramos río abajo. Tratando de mantenernos a flote, las fuertes corrientes nos mantienen en constante peligro, hasta que repentinamente ocurre lo inevitable, somos tragados por las tormentosas aguas y nuestra balsa es golpeada con violencia contra los roqueríos. Como pude salí a flote, traté de nadar hasta la orilla y llamé con todas mis fuerzas a Rolf pero nunca obtuve respuesta. Sin saber que hacer, me levante tembloroso, agotado y sólo me dediqué a caminar sin rumbo. Al parecer luego de un momento me desmayé, ya que desperté al atardecer en medio de varios ojos que me observaban con fidedigna curiosidad. Aquellos salvajes me llevaron hasta las profundidades de una cueva donde me tienen prisionero…. Por favor si alguien lee esto, vengan a rescatarme cuanto antes, presiento que algo muy horrible está por ocurrir …
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