martes, 27 de febrero de 2018

A veces, el fin no justifica los medios...

Título: "Tres Anuncios Por Un Crimen" ("Three Billboards Outside Ebbing, Missouri") (2018).
País: Reino Unido, EE.UU.
Director: Martin McDonagh.
Guión: Martin McDonagh.
Música: Carter Burwell.
Protagonistas: Frances McDormand - Woody Harrelson - Sam Rockwell - John Hawkes - Peter Dinklage. 
Mildred Hayes es una aguerrida mujer que vive con su hijo adolescente en un pueblo llamado Ebbing. Las cosas para ella no han sido nada de fáciles y vive un infierno constante al sufrir la pérdida de su hija mayor, quien fuera cruelmente violada y asesinada. Y que aún la policía local no encuentra ninguna pista concluyente, que dé con el paradero de él o los culpables. Por ello es evidente su molestia con todo el equipo de investigación, que al parecer han cerrado el caso por falta de evidencias. Es por ello, que decide hacerse escuchar, y en una clara actitud de protesta alquila tres vallas publicitarias abandonadas, ubicadas a las afueras del pueblo. Cada una de ellas tiene un mensaje claro, directo e incendiario que leído en secuencia es inevitable que logren pasar
desapercibidas. Como es de esperar, la noticia es ampliamente rechazada por los habitantes del pueblo, haciendo que Mildred y su hijo Robbie sean constantemente acosados especialmente por el departamento de policía local. Uno de ellos, Dixon se transformará en una especie de bomba de tiempo quien poco a poco será su enemigo número uno. Ocasionando más de algún abuso policial contra quienes han ayudado a una madre desesperada, capaz de hacer cualquier cosa con tal que el misterio que rodea la muerte de su hija, salga a la luz de una vez por todas. Pero en medio del odio, el acoso, y el rechazo absoluto Mildred, también tendrá que lidiar con las consecuencias más inesperadas, que terminarán por definir su personalidad, una personalidad que no dará su brazo a torcer tan fácilmente. 
Este es el inusual argumento de “Three Billboards Outside Ebbing, Missouri” y que se perfila como la ganadora absoluta en la categoría de Mejor Película en la próxima entrega de los premios Oscar 2018 (en los recientemente entregados premios BAFTA (los Oscars ingleses) ya fue merecedora del premio a Mejor Película, Mejor Actriz y Mejor Actor de reparto (muy merecido para Sam Rockwell), entre otras categorías). Y es que sin hacernos muchas expectativas, esta película en particular nos trae
lo mejor de diferentes géneros, siendo el humor negro una de ellas. Y el mérito recae en un casi desconocido Martin McDonagh (director y guionista de esta sorpresiva maravilla cinematográfica).  
McDonagh es un dramaturgo anglo irlandés, quien ha ganado cierto reconocimiento principalmente en obras de teatro basadas en la violencia y en lo grotesco, como recurso interpretativo y publicitario (por el cuál y como es de esperar ha sido ampliamente criticado en su momento). En el 2006 dirigió un cortometraje llamado “Six Shooter” que lo hizo merecedor del Oscar. En el 2008 dirigió su primer largometraje llamado “In Bruges” que ganó varios premios. Y hoy su nombre brilla en la palestra con esta cinta protagonizada por Frances McDormand, Woody Harrelson y Sam Rockwell (estos dos últimos ya habían trabajado anteriormente con McDonagh). 
Independiente de lo que se pueda pensar, la apabullante actuación de McDormand, interactúa
enérgicamente con la de Harrelson y Rockwell (quién al parecer, se roba casi gran parte de la atención en algunos de los momentos más logrados e interesantes de toda la película. Y de verdad que se nos ha quedado en la retina). Y es que esta parte, la omitiremos porque lo que necesitan saber está ampliamente expuesta en pantalla, y no hace falta más para darnos cuenta que tenemos a tres de los mejores actores de su generación, en una sola (más que buena) película. Lo interesante es la propuesta del guion. El absoluto manejo del director McDonagh para jugar con la emocionalidad de sus situaciones, y hacernos reír (cuando deberíamos llorar) y llorar (cuando tal vez deberíamos reír). Pero eso no es todo, porque tiene la capacidad (absolutamente visceral implícita) de romper con ciertos códigos donde  (supuestamente) no se permite jugar con los momentos más sensibles de su historia. Transformando todo en aleatorias situaciones manchadas con el humor más retorcido y negro que hemos podido ver en una película de estas características. Y lo mejor de todo, es que logra tal sutileza y buen manejo, que jamás se deja de tomar en serio a si misma. Por ejemplo el personaje de McDormand es el “no temor” hecho mujer, y el sufrimiento que la persigue puede llegar a ser por momentos hasta absurdo, pero empatizamos ciento por ciento con sus motivaciones, y lo que es mejor disfrutamos con cada una de sus alocadas acciones, producto de las presiones a las que es sometida. Pero en el fondo, no cae en lo caricaturesco, ni en lo burdo, y
menos en la risa fácil. Cada detalle de  “Three Billboards Outside Ebbing, Missouri” no es gratuito, aquí todo es posible en justa medida. En esencia estamos ante un drama que nos empuja a un foso sin fondo del que no sabremos si podremos salir en algún momento. Hay muchos cuestionamientos (muchas de ellas sin respuestas), pero las pistas están ocultas para bien o para mal (y es que aquí hay mucho en que pensar). Y aseguramos con esto que los cinefilomaniacos se darán un verdadero festín mientras la van descubriendo. Y repetimos: es muy probable que esta memorable cinta sea la merecedora del galardón a Mejor Película esta próxima entrega de los premios de la Academia. 
Y no hay más que decir, ya que “Three Billboards Outside Ebbing, Missouri” (inspirada en hechos reales) ha sido una gran sorpresa en términos de propuestas diferentes con gran carga interpretativa y artística. Con un guion sólido y absolutamente inteligente desde donde se la mire. Un logro, un gran acierto cinematográfico que vale la pena ver mil veces. 

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